Perdido entre la dieta y las pastillas milagrosas, entre los súper-alimentos y productos que prometen ser una fuente de salud y bienestar, más y más personas sufren de obesidad, diabetes, cáncer, derrame cerebral, enfermedades autoinmunes, la ansiedad o la depresión; más y más gente desesperada por largo y pesado para la digestión: la acidez, reflujo, hinchazón, gases o estreñimiento, y más y más niños están viviendo con el asma y las alergias. Todas estas enfermedades tienen un nexo en común: la alteración de la microbiota intestinal, los microbios que viven en nuestros intestinos.