Este segundo volumen de la trilogía es un libro para participar, una invitación a la meditación diaria, un mensaje de optimismo.Neale Donald Walsch continúa su experiencia gratificante en la forma de la penetración de los diálogos que nos plantean el reto de ampliar nuestro punto de vista, para la reconstrucción de nuestro mundo, de nuestra sociedad y de nosotros mismos.