Maxi Casos llega a la casa de su amiga Pepa Pistas, en compañía de sus padres; los dos pasaran el fin semana con el abuelo de ella, quien les prometió llevarlos a un lugar muy especial. La sorpresa al llegar fue grande, nuestros jóvenes protagonistas no alcanzan ni a parpadear al descubrir que se trata de un auténtico castillo, que un amigo del abuelo no hace mucho había tomado como herencia. Enseguida ingresan al castillo, tropiezan con un fantasma que lleva armadura puesta, y posteriormente, con un pasadizo secreto que se abre al tocar un libro de la biblioteca. Se trata de una obra escrita en tono humorístico, un cuento infantil de intriga sin mayores recursos terroríficos de alto voltaje para entretener e interesar a quien lee. El desenlace, que se produce gracias a las pistas descubiertas y seguidas por los protagonistas, elimina todo rasgo de ultratumba de lo que sucede en el castillo. Además, permite, entrever un nuevo capítulo que aclarará algunas incertidumbres, que han quedado sin resolver. El estilo, muy sencillo, es el adecuado para un entorno de primeros lectores, lo mismo que las ilustraciones. No dudes en convertirte en detective con Pepa Pistas y Maxi Casos, en esta primera ocasión, siendo el apoyo perfecto para abrir su agencia de detectives en la casita de madera abandonada de Pulgas, el perro de Pepa.