Más allá de la tradición cristiana, que lo vincula a la traición, la serpiente ha sido asociada en muchas culturas con la transformación y la inmortalidad; el búho, el guardián de la noche, se asocia con la verdad, gracias a la cual se puede ver en la oscuridad, y el caballo es un símbolo de la belleza, de la lealtad, de la fuerza y de la libertad.
Este bestiario ilustrado captura la esencia de la obra de Mercedes Bellido: poderoso, misterioso, fascinante. El autor se centra aquí en el significado simbólico de treinta animales dividido en cinco capítulos, de acuerdo a los conceptos con los que están asociados: la eternidad y la regeneración, la sabiduría, la magia y el destino, de la potencia y de la energía, la pureza y la perfección, la luz y la oscuridad.