«Cuando le dije a mi abuela Maruja que ella iba a hacer un cómic basado en su vida, yo le dije que la mejor manera de escribir una historia de amor. Cuando me dijo lo mismo a mi abuela, Herminia, estaba muy contento y me dijo ?sí, claro que sí, mi amor?. Por lo tanto, grabadora en mano, fui a ver a mi abuela Maruja para mí, explicar,por ejemplo, que se escondió este cuadro de flores, y el por qué de su obsesión por la cocina. Después de visitar a mi abuela Herminia y descubrí la importancia de su grand-madre Hermenegilda y las causas de este aspecto bohemio tan extraño. Las mujeres de su generación, que a menudo no importa que se ocuparon de nosotros, siempre han sido personajes secundarios en la vida de los demás: la esposa, la madre o la abuela. Como Maruja y Herminia. Sus historias, sus ideas y su mundo están aquí, en este libro, un pequeño homenaje que desea convertir en protagonistas.» Ana Penyas