Las vacaciones de verano todavía no han acabado y Harry es más inquieto que nunca. Apenas ha tenido noticias de Ron y Hermione, y siente que algo extraño está sucediendo en Hogwarts. No es bueno empezar el nuevo curso, sus temores se convierten en realidad: el Ministerio de Magia ha iniciado una campaña de desprestigio contra él y Dumbledore, para lo cual ha asignado a la horrible profesora Dolores Umbridge la tarea de seguimiento de sus movimientos. Y si eso no fuera suficiente, Harry sospecha que Voldemort es capaz de adivinar sus pensamientos, con el fin de poner la mano sobre un objeto secreto que le permitiría recuperar su poder destructivo.