El Nilo no es un río. El más grande de los ríos africanos que está en el corazón de cientos de ciudades y el testimonio de la fatiga de la subida y la caída de las dinastías de los faraones, el más poderoso de la Tierra. Su nombre evoca los secretos ocultos en las pirámides y alimenta el orgullo de la civilización, un millar de años, que aún hoy están luchando por su supervivencia.

El Nilo es ahora la paz en el norte de Uganda, pero también de la guerra en el Sur de Sudán, es la vida en los valles de Etiopía y de la muerte en las mazmorras de Egipto o Sudán. Es de la dictadura, de la desigualdad, de progreso, de esperanza y deseo de libertad. Es también el sueño de una revolución. A pesar de sus cicatrices, el Nilo sigue siendo la cuna del mestizaje, de las grandes culturas de áfrica y el mediterráneo, de ayer y de hoy.

Durante varios meses, Xavier Aldekoa ha viajado hasta el Nilo, desde sus fuentes hasta su desembocadura, el descubrimiento de sus habitantes, su cultura y sus tradiciones. A través de las historias de aquellos que habitan en sus orillas, nos tienen en otros mundos que, a pesar de todo, no están tan lejos. Debido a que el río Nilo es un pedazo del alma de la cultura occidental. La oportunidad para mirar las diferentes. Con el fin de comprender a los demás y entender a nosotros mismos.

Todos somos hijos de el Nilo.