Kay es una víctima de un acto de juego sucio a un extranjero que pretende arruinar su carrera. Los restos del cuerpo de un hombre encontrado en un contenedor de un barco de Bélgica son sorprendentes: los rayos X revelan cicatrices profundas y su ropa aparecen unos pelos extraños, como un animal. Una serie de coincidencias con la evidencia obtenida en Francia, en el examen de otros organismos, que se llevará a la sede de Interpol en Lyon.