A finales de 1935, Manuel Chaves Nogales (1897-1944) fue reemplazado autobiográfico de forma deslumbrante y duradero «Juan Belmonte, matador de toros», el recuerdo de la gran trianero que se revolucionó veinte años antes del clásico en el arte del toreo. Nacido en 1892, a los niños de el torero está marcada por el clima de los distritos populares de Sevilla, y de su adolescencia, con la ambición de gloria, y su objetivo es emular las hazañas de Frascuelo y de Espartero. El secreto de su toreo se remonta a sus años de aprendizaje, en sus incursiones nocturnas y clandestinas por la esgrima y de los pastos. A partir de 1913 -la fecha de su alternativa – y hasta 1920 -cuando murió en la herida por asta de toro en Talavera – su biografía está inmerso en la más emocionante de la rivalidad en la historia de las corridas de toros en España es o gallista o belmontista. Se retiró en 1936, Juan Belmonte, cuya muerte en la arena había sido profetizado por todos los sabios, murió a la edad de 70 años, el maestro de su propio destino.