Hay algo que ni la guerra ni la muerte puede destruir: el honor de una familia de Lolita de la Roda, un amable joven de Sevilla, ha visto cómo, a lo largo de su vida, él saltó en mil pedazos en 1936. Este año, he perdido todo. La familia, el hogar, los amigos,… Y antes de que sus preguntas han recibido sólo un amargo silencio. Así, comenzó a escribir su historia. La historia de una traición. A nadie le importa y nadie la lea… hasta el día de hoy. Debido a la fuerza de la lealtad a la familia, sus miembros son eternos.