Una ola de calor golpea la ciudad de Oslo, infundido con la calma del verano. En un apartamento cerca del cementerio Vår Frelser, comienza a gotear en el piso de arriba. Las gotas caen directamente en una olla con las patatas. Un par de golpes y pequeñas manchas de forma inmediatamente en agua hirviendo. Al mismo tiempo, en el piso de su apartamento en la rue Sofie se encuentra en el comisario Harry Hole, bebidas alcohólicas, abandonado, y recientemente despedido en el trabajo. En sus fanáticos pero inútil lucha que le acusan del asesinato de su compañera, la detective Tom Waaler, ha decepcionado a todos sus seres queridos. Harry se quedó sin trabajo al final de cuatro semanas. Lo que empieza de su letargo de la llamada telefónica del jefe de la unidad de Delitos Violentos. Sólo tienes que encontrar el cadáver de una mujer con el dedo índice de la mano amputada. Esta es la última misión de Harry Hole y ella va a trabajar con Tom Waaler, el único comisionado que, como él, no es un día de fiesta. Los medios de comunicación informaron de que las temperaturas siguen aumentando en Oslo…