El autor busca corregir las ideas acerca de Lucifer. No es sinónimo de Satanás, pero el espíritu de progreso, la lucha a aprender, a ser independientes y a creer en sí mismo. Y entre sus seguidores como Leonardo da Vinci, cuya herejías, explica y asegura que son el verdadero «código». Además, reúne textos de los herejes de la edad, los estudios de la psicología y la «extrema» de ciertos atributos del hombre justo atisbados, y el resultado es su interpretación del antiguo conflicto entre los luciferinos y los cristianos ortodoxos, que va a romper los patrones.