Una vez, me llamó a su habitación, donde su madre tendía la ropa en el techo. Fue antes del mediodía, y no había nadie en su casa.
―Oh, pablo!
Yo estaba jugando con los Legos en la gran alfombra en la sala de estar receptor.
―¡Qué! Yo le respondí que yo, a grito.
―Oh, ven un momento!
Un minuto más tarde, entré en su habitación, con la cabeza hacia abajo, mirando los bloques de Lego que él tenía en sus manos, tratando de componer la figura que me imaginaba mientras caminaba.
―¿Te gusta? ―Me pregunta.
Yo levante mi mirada y me encuentro sentado en el borde de la cama, en ropa interior, con una muñeca entre los brazos. A mecerse como si fuera un bebé, con la cara de plástico pegado a sus enormes senos. Begoña tenía las piernas un poco abiertas, y me miró durante unos segundos, la sombra que oculta el blanco de la tela de sus bragas.
―¿La… la muñeca? ―Dije yo, dudando, y con los ojos como platos. Los Legos había perdido todo mi interés.
―Sí. ¿Te gusta? ―insiste.
No sé… No ―le digo.
―Bien, usted debe. Un día, usted tiene un niño pequeño ―me soltó.
Yo no sabía muy bien qué hacer con esta información, pero me siguió para ver abobado. No he visto más de curvas, de la carne y la ropa interior.
―¿Quieres ver cómo le doy de comer?
No puedo decir una palabra. Estoy como petrificado. Yo no puedo quitar mis ojos de ella, de sus pechos.
―Mira, ―me dijo, y tomar el sujetador.
A continuación, sale del pecho, presione con los dedos de las manos, y en el pezón de la boca de la muñeca. Era la primera vez que lo vi desnudo, una grande y esponjoso en el pecho con un buen pezón muy moreno, de la que sobresalía un churrito en el centro, con la areola salpicado de pequeñas vejiguitas propagación, como si de repente, él había cogido un resfriado.
―¿Ve usted? Todavía tengo que explicar. No tiene para alimentarse y desarrollarse. También chupabas así cuando eran pequeños.

Esto es sólo un extracto de la primera de las seis historias que componen este poderoso nuevo libro de literatura erótica. Sí, usted ruborizarás con las maquinaciones de Begoña, sino que también aumentará su ritmo cardíaco cuando usted echa un vistazo a la irresistible y el secreto de la atracción para Montalvo y la madre de su novia, Amalia. Y no quieres dejar de leer antes de que la necesidad de entender lo que este «misterioso regalo de cumpleaños» que debe ir a recoger Priscilla DaConte a una habitación de hotel. Hizo las cosas van bien? Y lo que yo habría hecho en la misma situación? Usted puede pedir el mismo regalo…

Si usted es un amante del erotismo, estas seis nuevas escenas que no te dejará indiferente. Aparte del placer de la lectura y adictivo, usted tendrá derecho a recibir una alta dosis de tensión, la curiosidad, y, por supuesto,… de la emoción.