El clásico “técnicas” que conforman el modus operandi mediante el cual se realizan operaciones de lavado de dinero, que podría ser llamado el uso, es el aspecto central de esta monografía está dirigida especialmente a los profesionales que están implicados en este campo (abogados, jueces, notarios, asesores financieros, etc). El presente trabajo tiene como objetivo abordar el blanqueo de capitales a partir de un enfoque teórico y práctico. Las técnicas clásicas de lavado de dinero son dinámicos, y el ingenio de los que se están ejecutando en el tiempo para imaginar nuevos sistemas para defraudar al Estado. Dado que el lavado de dinero es un problema que traspasa fronteras, pone de relieve la diversidad de la terminología utilizada para describir los pocos hechos que se mencionan con frecuencia en los tratados, convenios y regulaciones legales supranacionales. Hoy en día, la posibilidad de lavado de dinero está al alcance de casi cualquier persona física o jurídica. El Internet tiene docenas de páginas web, que se nos han facilitado, con el asesoramiento de los profesionales de las empresas para la gestión de nuestras cuentas de ahorros y las inversiones. Con el uso de estos servicios de asesoramiento, intermediación y gestión, el inversionista o el inversionista busca obtener rendimientos satisfactorios o bajar la tasa de impuestos. Sin embargo, la confidencialidad con la que operan estas entidades hace que sea más fácil para las organizaciones criminales a utilizar sus servicios para lavar el producto de sus delitos. En este contexto, a menudo están en conflicto con la legislación de varios países que, a su vez, trate de añadir el prefijo, y mirar hacia fuera para sus propios intereses. Hay un conjunto de normas supranacionales, para tratar de unificar criterios a la hora de poner fin a lavado de dinero, pero algunos gobiernos se niegan a cumplir o intentar evitar mediante la aceptación parcial de los acuerdos internacionales o de acuerdos bilaterales.