Antonia Scott recibe un mensaje, y sabe muy bien quien se lo ha enviado. El asunto: “Espero que no te hayas olvidado de mí, ¿jugamos?”, a ella le encanta derrotar a todos sus contrincantes, pero sabe de antemano que ese juego es casi imposible de ganar. Antonia se ha vuelto experta en engañarse a sí misma, ha pasado mucho tiempo huyendo de su realidad, pero finalmente ésta la ha alcanzado y ya no hay marcha atrás. A la protagonista le queda muy claro que si no alcanza el éxito en esta batalla, habrá sido derrotada por completo; por ello, debe tomar muy enserio toda esta realidad y vencer. Entonces pone en práctica la estrategia, tomando en cuenta que en un juego de ajedrez no solo se debe ver el poder de una pieza, o como bien dice el Rey Blanco “la reina es la figura más poderosa del tablero”; también hay que tomar en cuenta un aspecto fundamental, en todo el juego, siempre habrá una mano que mueva las piezas. Con este pensamiento en mente, Antonia acepta el desafío, dando comienzo a toda esta aventura, que nos dejará en suspenso de principio a fin. Dejando a plena vista que este trabajo de Gómez-Jurado es uno de los mayores trucos de magia en la historia del thriller.