Los neoyorquinos Ferenc y Candace Máté vivir una idílica vida en la Toscana, pero el verdadero sueño de Ferenc es crear su propio vino. Para ello, se necesita perseverancia, el buen gusto y, lo que es más importante, la capacidad de reírse de uno mismo. En Montalcino, ubicado en un antiguo monasterio, rodeado por el potencial de los viñedos, pero eso sólo será el primer paso de un largo y tortuoso camino hacia el éxito.