Controversia, polémica, amado y odiado en partes iguales, André Glücksmann ha sido sin duda uno de los más influyentes pensadores europeos de los últimos cincuenta años. Y este es el último libro que escribió. Como si quisiera dejar un testamento a sus compañeros europeos, Glücksmann, evoca la figura de Voltaire como un faro de luz para una Europa que es errática y acosado por los peligros que no sabe identificar. Con Voltaire el contra-ataque, Glücksmann ha escrito un himno a la libertad y cosmopolita llamados a releer Cándido, uno de los más divertidos himnos a la tolerancia y una oda a la libertad, en la cara de los muchos aprendices de dictador, con el aumento del nacionalismo, la identidad y la xenofobia, tanto de la vergüenza, el fanatismo, y el nihilismo. Candide, el héroe que no poseen más que el «mareo de lucidez’. Como se dice Josep Ramoneda en el prólogo, ‘Glücksmann granja tiene un ciclo de vida vinculado a la filosofía que se abrió cuando yo era un niño y descubrió el valor de» la audacia de decir en público, cualquiera que sea el costo, no importa el medio, lo que el ciudadano considerado para ser verdad.» Y esta actitud sigue siendo esencial hoy en día.