Cuando Albert Speer fue condenado por el tribunal de Nuremberg, en 1948, a veinte años de prisión, Hugh Trevor-Roper escribió: «Ahora, usted probablemente tendrá la oportunidad de escribir su autobiografía. Será la única memorias del Tercer Reich, el cual, siendo de gran valor, además de invitar a usted a la lectura.» El libro que hoy presentamos es la crónica de la pasión de un hombre que, durante doce años, y ha estado vinculado a Adolf Hitler por una relación única, aunque de diferente signo: como arquitecto y reconstructor de la ciudad de Berlín, la capital del Imperio, junto a un amigo en las reuniones de la Cancillería del Reich, como un tecnócrata, y un organizador de una prodigiosa estructura de las armas y, al mismo tiempo, como un inesperado rival. El documento que presentamos hoy es sin duda uno de los más valiosa para comprender los problemas de período de nuestra historia reciente.